Acento en el corazòn

...Pois eu digo que o noso idioma... o xenio inviolable do noso pobo e labroura o amor. A dor ledicia de moitisimas xeracions. Unha lingua è mais que unha obra de arte. È matriz inagotable de obras de arte.
Castelao, "Siempre en Galiza"
(...Pues digo que nuestra lengua... es el genio inviolable de nuestro pueblo y cultivar el amor. El dolor y la alegría de muchas generaciones. Un lenguaje es más que una obra de arte, es una matriz inagotable de obras de arte.)
Mi padre tuvo una abuela gallega. Lo he dicho ciento de veces. Ese vínculo fue muy fuerte, tanto que, aún repleto de ausencias y con decenas de calendarios acumulados y desechados trasciende e insiste en hacerse notorio.
Aun así, en casa, ni en la de mis abuelos, se habló el idioma.
Sin embargo, los recuerdos me traen como en una brisa cálida, a mi querido viejo y sus "de cando en vez", los "poderas" o "habelas hailas". Por entonces creía que jugaba a dar vueltas las palabras para ver como yo, con pocos años y a media lengua pretendía corregirlo.
Me pregunto si el sabría, que en esos instantes a puras risas no éramos dos sino tres.
Muchos años después, desde Galicia me enviaron un maravilloso material audiovisual sobre la inclusión. Por supuesto y como corresponde, en gallego. Lejos de suponer una dificultad, escuché cada palabra como si lo hubiese hecho desde siempre.
Ese fue el primero de todo lo que iría llegando y cruzando en mi camino.
¿Casualidad? No creo que exista. Lo cierto es que escuchar y leer el idioma de mi bisabuela me resulta familiar. Tendré que creer que no son mis ojos ni oídos los que hacen la tarea sino mi corazón.
Dicen que los gallegos son orgullosos de su acento, aunque lleven un siglo afuera. Yo tengo señales de que así es y que permanece en las fibras de la manta tejida con emociones y sentimientos, para al igual que la energía, no perderse jamás y regresar renovado y transformado.
Es que también dicen que...
En Galicia non chove è que as nubes ao pasar por Galicia emociònanse (En Galicia no llueve, es que las nubes al pasar por Galicia se emocionan).
Mas de un sèculo (siglo) y un mar de por medio, y yo sigo aquí, escribiendo. Las palabras me parecen bicos (besos)en el papel. Se vuelven borboletas ( mariposas) y vuelan alto llevando el mensaje hasta el cielo que desde hace días, aquí en Buenos Aires, caprichosamente sigue siendo gris.